Restricciones en el Canal de Panamá: Un Año de Desafíos para el Comercio Marítimo Mundial
La Autoridad del Canal de Panamá (ACP) ha anunciado la prolongación de las restricciones en el tránsito de buques durante un año, lo que ha provocado congestión en los accesos a esta vital vía, que representa el 6% del comercio marítimo global. A fecha del 27 de agosto, se registraban 120 buques esperando su paso, con un tiempo promedio de espera de 10,46 días en dirección norte y 9,39 días en dirección sur. Ilya Espino de Marotta, subadministradora del Canal, confirmó esta decisión debido a la escasez de lluvias, resultado del cambio climático y el fenómeno de El Niño.
El ecosistema marítimo se ha visto afectado por la reducción del número de tránsitos permitidos para preservar el agua, pasando de unos 40 buques diarios a un máximo de 32. Además, el calado de los buques también se ha reducido a 13,4 metros, casi un metro menos que lo permitido anteriormente. La situación ha desencadenado un acumulado de buques esperando su turno y ha llevado a que algunas naves tengan que esperar varios días antes de obtener el permiso para transitar.
La Administradora del Canal, Ilya Espino de Marotta, mencionó que pueden manejar una cola de hasta 90 buques en espera, pero cuando esta cifra alcanza los 130 o 140, los problemas y los retrasos se vuelven inevitables.
El Canal de Panamá depende del agua de lluvia para su funcionamiento. Cada buque requiere unos 200 millones de litros de agua dulce, obtenida de los lagos Gatún y Alhajuela. Sin embargo, la cuenca hidrográfica que abastece de agua al Canal y al país ha estado en funcionamiento desde 1935, cuando el tráfico era significativamente menor. La población actual, que se ha multiplicado, también depende de esta misma fuente de agua.
La falta de adaptación a esta crisis podría llevar a perder competitividad en el negocio, afectando la economía del país y el comercio global. Las opciones de solución incluyen esperar a que los niveles de agua aumenten con las lluvias o invertir en infraestructura para enfrentar la situación. Mientras tanto, la ACP ha buscado asesoramiento de expertos, como el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos, para evaluar posibles soluciones.
Los impactos se han hecho sentir en el comercio global, con menor capacidad de carga por buque y tiempos prolongados de transporte. Aunque se prevé un aumento de costos, su alcance dependerá del tipo de mercancía transportada. A pesar de todo, el volumen total del comercio que atraviesa el Canal de Panamá es relativamente pequeño en comparación con el comercio mundial.
Las estimaciones indican que la cantidad de toneladas transportadas por el Canal será menor que en años anteriores, y los ingresos podrían ser hasta $200 millones inferiores a los $4,300 millones registrados el año fiscal pasado. En este panorama, la adaptación y la búsqueda de soluciones serán esenciales para asegurar la sostenibilidad y la competitividad del Canal de Panamá en la industria del transporte marítimo global.